Un piso en La Pola cuesta hoy lo mismo que valía a finales de siglo y hace 15 años triplicó su precio

Un piso de tres habitaciones, un baño y un aseo, salón-comedor, cocina y una pequeña terraza, con unos 85 metros habitables, en un barrio emergente como era entonces el de Robledo, costaba en 1999 en torno a los 12 millones de las antiguas pesetas, lo que en la reconversión a la moneda actual serían 72.000 euros. Diez años después se vendía fácilmente por 170.000 euros (el equivalente a más de 28 millones de pesetas) y hoy hay varias ofertas de viviendas de similares características en una horquilla de precios que van desde los 65.000 hasta los 100.000 euros. En algunos casos, auténticas gangas.

Entre el punto de partida y la actualidad se ha dejado atrás un boom inmobiliario en el que los constructores se vieron desbordados ante una disparada demanda y con posterioridad una crisis del ladrillo que ha provocado que en la capital lenense no haya habido nuevas promociones desde hace más de 17 años, en que se levantó el último bloque, en la confluencia entre la Avenida Miguel de Cervantes y la calle Les Nozales.

Esa fluctuación de precios alcanzó las cotizaciones más altas entre 2007 y 2010, en que se pedían de 2.000 a 2.500 euros por metro cuadrado, con el entorno de la Plaza Alfonso X el Sabio como la “milla de oro” lenense. Muchas familias aún tendrán muy fresco el pago de aquellas cuotas hipotecarias de 500 y 600 euros mensuales, para saldar unos créditos a los que luego los bancos irían cerrando el grifo ante los numerosos embargos de propiedades que tuvieron que ejecutar para saldar deudas.

La larga parálisis que sufre el sector de la construcción echaría abajo planes como el que preveía medio millar de viviendas en La Llera o el que barajaba ampliar el casco urbano hasta conectar con el pabellón deportivo de El Masgaín, en solares que siguen siendo huertas o prados.