Los “rompehuesos” de La Pola

Un bordillo situado justo al lado del paso de peatones de la Plaza Alfonso X el Sabio y una chapa metálica que se colocó a raíz de la última reforma de ese céntrico espacio (y que se mantiene ahí, inexplicablemente, desde hace dos décadas) son los puntos de La Pola en los que más caídas se producen. Aunque la lista de “rompehuesos” tiene varios exponentes a lo largo y ancho del casco urbano. 

La instalación de una carpa durante las fiestas patronales de Les Feries frente a la Iglesia Parroquial de San Martín el Real, que añadió sombra a un lugar que ya de por sí tiene una pobre iluminación pública, disparó los tropezones en ese inesperado salto de acera. Tanto es así que ha sido objeto de denuncia en las redes sociales, en las que se ha abierto un debate sobre la peligrosidad que encierran diversos pasos de la capital lenense.

No obstante, hay varios tramos en los que son frecuentes los accidentes, por fortuna la mayoría sin graves consecuencias, aunque a lo largo del año la compañía aseguradora del Ayuntamiento tiene que responder a algunas demandas por siniestros de esas características. Entre los puntos que encierran más peligrosidad, además de los mencionados, una tapa de registro en la confluencia entre las calles Rodrigo Valdés y Padre Sarabia, las pendientes escaleras de Vital Aza, el firme deslizante de la Avenida de la Constitución o un cambio de nivel en Luis Menéndez Pidal.

Si bien desde la Administración se han impulsado campañas para la eliminación de barreras arquitectónicas, aún sigue habiendo unos cuantos focos con riesgo. En la fotografía, el bordillo que ha desatado la polémica de la Plaza Alfonso X.