A finales del siglo pasado y principios del actual Lena abanderó un emergente turismo rural, con la apertura de alojamientos como las casas de Valle (Zurea), pioneras en Asturias y hoy abandonadas, la hostería de Riospaso o un hotel en Palacio-Felgueras. Ofrecía reclamos como la ermita de Santa Cristina, una de las joyas del Prerrománico Asturiano (y el malogrado museo sobre ese movimiento arquitectónico, en la planta baja de la clásica estación de tren de La Cobertoria), las pistas de esquí de Valgrande-Pajares, en El Brañillín (también con unos cuantos alojamientos, en albergues, y muy cerca, el antiguo Parador, entonces en funcionamiento), y una red senderística que se señalizó con indicadores y con unos carteles, al poco destrozados por ataques vandálicos, que reflejaban las singularidades de cada paraje por los que transcurrían unas rutas que partían de las estaciones de ferrocarril.
Con posterioridad desde el Ayuntamiento se apostó por una campaña de promoción de las carreteras del Municipio para la práctica del cicloturismo, bajo el lema “Lena, Destino Ciclista”, que incluso se pretendió ampliar a otros campos, con muy poco éxito, con los “destino montaña”, “destino cultura” y hasta “destino Variante”.
A la sombra el concejo limítrofe de Aller iba trabajando en diferentes frentes. Primero con jornadas gastronómicas (especialmente en Felechosa), dando a conocer la belleza natural de las Foces del Río Aller (en la fotografía), que hasta fueron visitadas “furtivamente” por los reyes de España, don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz, durante su etapa de noviazgo, o con Coto Bello como pista de lanzamiento para los aficionados al parapente.
A través de “Fondos Mineros” conseguiría una estación de esquí, “Fuentes de Invierno”, en la subida al puerto de San Isidro, y un “spa”, en Felechosa; crearía un museo de interpretación de los restos hallados por los arqueólogos en la vía romana de La Carisa, con base en una antigua nave de La Enfistiella (Nembra), mientras Carabanzo se quedó “a dos velas” esperando por una ayuda de la Consejería de Cultura para rehabilitar el semi derruido palacio de Los Faes para ese fin, y ahora apuesta también por el “astroturismo”, mediante un proyecto que plantea un observatorio de las estrellas en la antigua escombrera de “Hunosa” en Coto Bello.
Con su oferta Aller ha logrado un despegue turístico tan significativo como el declive que ha experimentado el sector en Lena, con cuatro hoteles actualmente a la venta (que no acaban de encontrar comprador) y con unas afluencias en la temporada alta del verano que, como se ha publicado en estas páginas, apenas ha dejado sentir la llegada de los trenes de Alta Velocidad a Asturias.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.