El industrial lenense que cambió el pescado por las golosinas llega a la jubilación

Uno de los industriales lenenses con mayor visión empresarial ha llegado a esa edad tan deseada por una inmensa mayoría de la jubilación. Santos Alvarez Tuñón ha encontrado relevo para darle continuidad al “Tutti El Parque”, un reto personal que se había marcado antes de retirarse, y este domingo, 15 de septiembre, se despedirá de una clientela que le ha acompañado desde el 23 de marzo de 1983, fecha en la que abrió, junto a su mujer, María Isabel Núñez, lo que entonces era la “Pescadería Isa”, en un bajo comercial del Parque Infantil que luego reconvertiría en un quiosco de golosinas, frutos secos y encurtidos.

Natural del pueblo de Otero, en la parroquia de Castiello, Santos Alvarez emprendía una aventura empresarial en La Pola tras haber realizado venta ambulante por los pueblos del Concejo y regentar una pescadería en la calle Peña Ubiña, de Campomanes (lo intentó con otra en el barrio de La Caleya, que cerró a los pocos meses), curiosamente sin saber nada de pescado ni del oficio, como reconocía en una entrevista concedida a este periódico.

En otro mes de marzo, el de 1997, inauguraba una tienda de chucherías con la que buscaba aprovechar las posibilidades que brindaba la ubicación del local en un lugar tan concurrido por los niños. Primero peseta a peseta y después céntimo a céntimo, el éxito sonrió a su iniciativa. Ahora lo deja en manos de una familia que buscará seguir en la senda marcada por “Santinos”, como se le conoce popularmente, en la fotografía.