A los ladrones les valen hasta las campanas de los templos parroquiales de Lena

Puestos a robar a los ladrones parece servirles todo aquello que tenga algún valor, aunque el económico se quede muy por debajo del sentimental o de cualquier simbolismo religioso. El sacerdote Bernardino Fernández Barbón ha desvelado a este periódico que meses atrás tuvo que interponer una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de La Pola tras percatarse de la sustracción de una de las dos campanas del campanario de la Iglesia de Castiello, un templo parroquial al que se accede por una pista y que engloba a los pueblos de La Vega’l Ciigu, Mamorana, Sorribas, Otero y Ronzón.

Los cacos se llevaron la pieza más pequeña, de aleación de bronce, con un peso aproximado de entre 25 a 30 kilos. Para ello se subieron al tejado, que resultó dañado, generando goteras en el interior, un destrozo que el párroco quiere subsanar, por lo que ha puesto en marcha una cuestación entre los feligreses para recaudar fondos que permitan sacar adelante las obras de reparación.